Homero hubiera disfrutado como nosotros el pasado día 6 en la santísima calle, en la plaza de los Santos Niños de Alcalá de Henares, al más puro estilo juglaresco.
 La poesía es el mejor antídoto contra el odio, la guerra y la locura y algunos frenopáticos se empañan una y otra vez en ofrecerla, sin importarles los pequeños problemas de megafonía o la gran indiferencia de muchos, que "pasan y traspasan indiferentes a su canción de amor desesperada".
Gracias a la Comunidad de Madrid por esta iniciativa, al Ayuntamiento de Alcalá y, ¡cómo no!, a Maribel Domínguez e Iván Fernández por su arte, por su entusiasmo y por acompañarme por los difíciles abertales de la modorra.





No hay comentarios:
Publicar un comentario