Una tarde entrañable de poesía y cariño, acompañado de gente con muchos quilates. Gracias Lola, gracias Eduardo, por facilitar tantos abrazos.
Con flores de papel o flores de cristal como protagonistas.
Un viejo soneto recuperado y un estrambote con intenciones sospechosas.
FLORES DE CRISTAL
No me asusta el adiós ni la distancia
Ni el final de una etapa mortecina.
No me asusta la
vida peregrina
Que arrastra
nuestros sueños a otra estancia.
Ni siquiera la
muerte me intimida.
Que tan sólo es
un alto en el camino,
Una puerta que
cierra el desatino
Que jalona
inconsciente nuestra vida.
Temo sólo pasar
inadvertido,
Que escriban
los anales de la Historia
Y mi nombre se
pierda en el olvido.
,He de ser como el Fénix en su gloria
Tantas veces del polvo resurgido
Cuantas veces me evoque tu memoria.
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No será por la
rima en que me pierdo
Ni mi cuerpo
serrano, ¡voto a tal!
Pero puedes
llevarte mi recuerdo
Con flores de papel o de cristal.
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